Cada situación real, cada sueño, cada imagen viene a nosotros con la invitación de que le digamos, esto es! Hic Rhodus, hic salta. Esto es implica una doble presencia: primero estoy aquí, con todo mi entendimiento, presentándome a filas y poniéndome a juego incondicionalmente sin reservas, sin guardarme nada. Segundo quiere decir ESTA situación, la que me toca enfrentar, en la que estoy ahora, tiene, a pesar de lo que parezca, todo lo que necesita dentro de si misma, todo lo que necesita incluso el potencial de ser plenamente cumplida.
Aquí y ahora en esta vida mía de ahora y en este mundo ha de ser el lugar de mi último y final cumplimiento. Este presente real mío es mi única entrada real a mi paraíso y a mi infierno, no hay alternativas no hay salidas. Es esta actitud la que abre lo agreste para mí y me abre a mi hacia el homo totus y para el encuentro con la Verdad como la esencia interior de lo agreste.
TSSL, 223.
Comentarios de J. M. Moreno
La frase que titula este escrito es muy conocida en Filosofía. Alude al supuesto diálogo entre dos atenienses en el que uno hace alarde de una hazaña que llevó a cabo en Rodas, un gran salto de longitud, y su interlocutor le interpela «Aquí está Rodas, salta aquí!», aludiendo con ello a la importancia del momento presente.
El autor finaliza el texto usando el concepto de la «esencia interior de lo agreste», para aclararlo es necesario comentar que en su teoría, lo agreste es el territorio del «alma», aquello que está más allá del ámbito del ego y su sistema de creencias, valores e intereses, que constituye, todo ello, el terreno vallado, lo familiar, lo dado por conocido, salir del terreno vallado es ingresar en lo agreste.
Otra idea que merece comentario es «Segundo quiere decir ESTA situación, la que me toca enfrentar, en la que estoy ahora, tiene, a pesar de lo que parezca, todo lo que necesita dentro de si misma, todo lo que necesita incluso el potencial de ser plenamente cumplida» Esta idea conforma uno de los axiomas básicos de su psicología, originariamente extraída de o inspirada en Jung. Alude al hecho de que para explicar y/o comprender un fenómeno psicológico, que es lo que subyace a cualquier situación que nos toca enfrentar, puesto que cualquier situación nos llega por medio de un acto de interpretación, no debemos recurrir a factores externos a lo psicológico (genes, causas materiales, etc.), más bien hemos de profundizar y hacer explícitos los pensamientos que subyacen a dicha interpretación. Cumplir la situación no significa eliminarla, sino acceder a su verdad.