Costra silvestre, azúcar moreno, carros sin miel, caldo malagueño, abejas divinas, ella no me quiere, canto a la noche, ensimismado también, rabieta caníbal, pozos aguados, pisos a mil, descuentos en todo, dinero sin mi, trabajo de nada, apodos mil, caminos sin fin, aguas que vienen, arroyos que fluyen de lluvias ácidas, insectos que mueren, amores sin miel, esposas secas, maridos sin miel, angustias que surgen color frenesí, anclas al viento, arrobas de pan, zapatos sin suela, aviones debajo, canciones protesta, pedidos sin fin, antes que fueras, ahora no más, siempre gimiendo, ayudas sin par, colmenas aguadas, abejas sin miel, amigos que mueren, adioses sin más…
Que raro el aliento que entra en mi cuerpo, que extrañeza estar vivo, que misterio la tecla que aprieto, cuanto negrura ahí afuera, carros deshechos, esperanzas impávidas, ciegas al Apocalipsis que ya llegó, amores sin más, futuros muertos, casi nadie quiere mirar, un minuto de silencio y no más, perros sin rabia, muertos por doquier, aire infecto, agua viscosa, miel sin azúcar, rostros sin par.
Avasalla la máquina, conspiran los necios, temen los pobres, ahullan los mudos, el desierto avanza, las almas se van, huyen despavoridas, sólo quedan los cadáveres, muertos ambulantes, rutinas sin fin, ruidos mecánicos, consumo y nada más, pagad los impuestos sin rechistar, votadme a mí y ya está, nuevo ciclo de desesperación, nuevo sueño de ilusión, nueva historia que se repite hasta la náusea, democracia secuestrada, desarrollo en libertad sobre el papel, expresión descafeinada, anestesia total. Sigue Moloch, aumenta su poder, todos conspiran, todo se confabula, ni un resquicio para la duda, ni un ánimo de libertad.
Discursos ciegos que explican lo inexplicable, ausentes de verdad, mírate rey desnudo, rey de tu vida, individuo sin par, rey destronado de tu tiempo, esclavo nomás, tu casa el exilio, los tuyos no están, marcharon sin sus cuerpos, máquinas de tragar.
Un agujero negro en el corazón, un vacío que no se llena, ni de cosas ni de casos, ni de ideas o ideales, ni de esperanzas ni desesperanzas, no vale la fe, tampoco encuentra alivio el ateo…