Cuando me vaya, ¿estarás conmigo allí?
¿entenderán el sol y luna mi último adiós?
¿escucharán todos mi silencio púrpura?
¿cumplirán las estrellas su promesa?
¿subiré al corcel dorado que mira al poniente?
¿se abrirá el camino flanqueado de galaxias?
¿seguirán los pasos, los días y las edades?
¿veré la estrella errante… me convertiré en una?
¿se quedará mi espíritu en custodia infinita?
¿encontraré ángeles , ancestros y dulces sueños?
¿sabré remontar la nada de mi cuerpo y
volar en el seno del universo?
¿me abandonarán los vicios capitales?
¿sabré como agradecer al mundo su grandeza?
y apreciar su bellos e inmensos adornos?
¿Cómo será la experiencia de mi muerte?
Instante efímero de intensidad infinita,
agonía horrible o dulce ensueño
todo es posible, todo es ambiguo
y oscuramente cierto
adentro en el mero centro
donde la explosión espera,
acecha y cuenta el instante maduro,
la fortaleza ausente,
la mirada perdida en la niebla amarilla
el vuelo abstracto, mi ser de luz,
promesa de eternidad pragmática,
viaje a la tierra prometida,
allá en la distancia de eones…