John Hoedl ®
Trad.: Josep M. Moreno
La Diferencia Psicológica es una de las ideas más fundamentales de una psicología definida como disciplina de la interioridad. Introducida por Wolfgang Giegerich en 1978, el término delinea la diferencia entre lo personal, el sujeto empírico, esto es, el ego, y “el alma.” Similar, aunque sólo de una manera formal, a la idea de Heidegger de la diferencia ontológica, se construye en base a la idea de Jung de una psique objetiva y demarca una diferencia teórica entre la ego-consciencia cotidiana y la constitución lógica o sintaxis de esta consciencia. Como Jung dijo, «La psique no está en nosotros, nosotros estamos en la psique.»
La noción de la diferencia psicológica busca hacer explícito el hecho de que el interés esencial de la psicología reside en la consciencia, “el alma,” y no en la persona per se. Si uno ha de hablar de una psicología que es verdaderamente psicológica, es decir, una psicología que sea fiel a su nombre, los fenómenos psicológicos tienen que ser considerados como teniendo su realidad propia, su vida, su telos, su raison d’être, y auto-carácter en ellos mismos. Por contraste, una psicología que tiene el ser humano como su foco primario está considerada como una psicología personalistica o ego-psicología y es más afín a una especie de antropología. En tal aproximación, la persona empírica deviene el substrato o piedra angular desde la que todos los fenómenos psicológicos, sean ellos síntomas, imágenes, motivos arquetípicos, etc., son reductivamente explicados. Más allá de este reduccionismo, la diferencia psicológica es capaz de expresar y reconocer la verdadera objetividad y autonomía del alma, permitiendo que los fenómenos sean considerados como la auto-expresión del alma, su libre auto-despliegue. No es la existencia positiva o natural de los fenómenos psíquicos que ha de interesar a una psicología psicológica, sino, la constitución lógica o el espíritu mercurial como la que estos fenómenos existen.
La realidad y la autonomía de alma ha sido imaginadas y entendidas de maneras diferentes durante las diferentes edades -como figuras mitológicas, «dioses» personificados, ideas filosóficas, personajes religiosos. La Psicología, como disciplina de la interioridad, continúa esta tradición, pero de un modo que es compatible con el estado y nivel actual de la consciencia en el que la consciencia que anteriormente se había “dibujado afuera”, representada, en las varias maneras antes mencionadas, ha devenido consciente de si misma en tanto consciencia. La moderna psicología personalística , por contraste, ha colapsado la diferencia psicológica y ha intentado localizar la “profundidad” o la calidad “alma” en el interior del ego como un mero atributo de la persona empírica. Este cambio, podríamos decir que tiene el efecto de facilitar una “comprensión vertical” de los fenómenos en su imposible cadidad. Prevalece, por contra, una comprensión “horizontal” de la vida psíquica en el sentido de tipos de entidades exteriormente relacionadas.
Tenemos entonces que la persona individual y “el alma» tienen diferentes espacios en los que operan. En el opus parvum u “obra parva,” el individuo desarrolla su personalidad dentro del contexto de su vida personal y experiencia subjetiva. El opus magnum, por otro lado, tiene que ver con el alma en su sentido más grande como el estadio global de consciencia y su desarrollo a través del curso de su historia. El último tiene su propia «individuación» objetiva independiente de y quizás incluso en oposición directa a la influencia humana, a pesar del hecho que es a través de los humanos y la cultura que los fenómenos de alma en cuestión se manifiestan. Se despliega a través de sus etapas sucesivas culminando, negando y lógicamente empujando desde el estadio que le precedió y, a la vez, actuando como una determinación de la etapa que le ha de seguir. Este proceso es el proceso histórico de consciencia que de auto-despliega y donde la vida lógica del alma se hace manifiesta.
Declarar que el opus magnum es el foco primario de la «psicología como una disciplina de la interioridad» no significa que el trabajo en la consulta, el opus parvum, se olvide. La psicoterapia privada centrada en las necesidades del individuo está considerada como importante por derecho propio. Esto, sin embargo, está considerado dentro del contexto del drama más grande del alma más grande, como en, los estados sucesivos logrados por el desarrollo de la consciencia colectiva desplegados en el mundo entero (lo que incluye la consulta). La terapia individual se guía por una posición metodológica que contempla la diferencia psicológica y concede el paciente el mayor respeto al focalizarse no sólo en las preocupaciones personales, pero en las profundidades psicológicas del “alma” hablando en y a través de ellas.
Vemos desde este enfoque que la diferencia psicológica no significa separar y mantener el ego y el alma aparte en una manera disociada. Más bien, implica pensarlos a ambos junto como unidad y una separatividad tal que la vida dialéctica por la cual tan existen regresa a casa, a la consciencia. Tal y como los alquimistas decían respecto a la “piedra que no es una piedra,”, así también puede la consciencia del ego ser vista a través de, expresando todo lo que no es, es decir, la sintaxis de la consciencia en la que está inserta.